El pasado jueves 21 de agosto asistí a al dialogo
público: “Del IFE al INE” avance o retroceso
organizado por ASPEN INSTITUTE MÉXICO. Fue una charla moderada por Juan
Ramón de la Fuente en la que José Woldenberg y Lorenzo Córdova, junto con María
Amparo Casar, María Marván y Jacqueline Peschard comentaron sobre los alcances
de la reforma política-electoral.
En principio se buscaba iniciar por la pregunta
obligada a todos los ponentes, si consideraban que la reciente reforma y la
creación del INE, fue un avance o un retroceso. Lorenzo Córdova señaló que si
significaba un avance, que al igual que todas las reformas electorales que se
han dado en el país, el fin es fortalecer la democracia y dar certidumbre a las
elecciones. Externó que la reforma se puede ver desde diferentes ópticas, ya
sea desde un punto centralista o federalista, pero siempre verla desde el punto
de vista democrático. Córdova indicó que la reforma esta aún por terminar que
falta aún por hacer, pero que se esta trabajando para lograr un buen proceso
electoral y conseguir que el INE inyecte certidumbre a la ciudadanía, así como
construir el camino para que se implemente la reforma de manera optima. En el
tema de la fiscalización señalo que en un momento llegó a pensar en la opción
de delegar la fiscalización a la SHCP, pero no fue así, y a pesar de la carga
fiscal que implicaba se mantuvo esta atribución en el INE.
Por su parte Woldenberg de entrada señalo que la
reforma fue una iniciativa del PAN y el PRD, ya posterior a ello, se sumó el
PRI. La primera facultad del INE, es que ahora este órgano va a organizar y
desarrollar las elecciones en toda la Nación, dato importante, dado que como
señaló Woldenberg prácticamente antes se tenían 33 sistemas electorales y ahora
se unifica en uno solo y un solo sistema nacional. Esto en cierto modo, igual
se puede ver como un problema de incertidumbre el caso de los Organismos
Públicos Locales Electorales (OPLEs) dado que el otorgar y atraer facultades
genera un campo de incertidumbre. Cabe mencionar conforme a lo anterior que
están por designarse los consejeros aspirantes a integrar los Organismos
Públicos Locales Electorales (OPLEs) en 18 entidades que tendrán elecciones en
2015. En dicho proceso el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
apoyará aplicando un ensayo presencial el cual es una de las pruebas para
designar a estos aspirantes.
Algo importante de rescatar y que justamente tiene
relación con las finanzas públicas es el tema de la fiscalización, un dato
importante que señaló Woldenberg es que el IFE fiscalizaba alrededor de 6000
campañas electorales y una carga fiscal del INE, es que tendrá que fiscalizar
70000. José señala que un dato fuerte que hay que seguir es el caso de nulidad
de elección, en el cual se puede dar si el candidato rebasa el 5% del tope de
campaña, así mismo esto será más coherente, en el sentido de que ahora los
partidos deberán entregar su informe de campaña en tiempo real, dado que el INE
aprobó su plan de trabajo para iniciar la construcción de un programa de
fiscalización que obligará a los partidos políticos a llevar su contabilidad en
línea por internet a fin de mantener mayor vigilancia y en menos tiempo, de los
recursos de los partidos. Esto sin lugar a dudas se vera reflejado en mayor
confianza y credibilidad por parte de los comicios hacia la ciudadanía, puesto
que se tendrá un control de los recursos gastados de los partidos y se podrá
estar al tanto que estos sean lícitos. Woldenberg concluyó diciendo que:
“Construir confianza significa que ninguno de los actores rompe las reglas del
juego”.
María Amparo Casar fundamentalmente señaló las
debilidades y los retos por superar por parte del INE. Cuestionó que la reforma
haya funcionado como una moneda de cambio, así como que siempre, que ha habido
duda en las elecciones, se ha buscado hacer una reforma política electoral como
la panacea a estos fallos, además indicó que hay incertidumbre en la ciudadanía
de apego a la ley, es decir que no acabamos de aprendernos una ley cuando ya
nos la están cambiando y que estas carecen de claridad, además aunado a esto no
hay una permanencia en las instituciones. Por otro lado señalo en cuanto a las
fortalezas de la reforma; la disminución del tiempo de la elección y el tiempo
de toma de posesión; la paridad de genero, entre otros y por último subrayo que
los aciertos y desaciertos se verán en la marcha.
Otra gran panelista que participo en el evento fue
María Marván, ella señaló que la prueba de fuego de esta reforma y del INE son
las elecciones, sólo ahí se podrá evaluar verdaderamente si fue un avance o un
retroceso. Exteriorizó que los OPLEs siguen dependiendo de sus congresos y de
sus gobernadores. Y que la normatividad del INE impone una sobre carga de
prohibiciones que se traducen gradualmente como una sobrecarga de conflictos.
Jaqueline Peschard manifestó que la reforma de 2014 no
fue una reforma reactiva como la de 2007, es decir esta reforma tuvo como esencia
condensar una serie de demandas históricas en materia electoral, tales como las
candidaturas independientes, la relección legislativa entre otras. El principal
logro que identifica Peschard es la legalidad y la imparcialidad que transmite
el INE, y que el tema de la confianza esta ligado al de la certeza.
En síntesis me quedé con un buen sabor de boca y una
grata experiencia escuchando a personalidades tan preparadas y profesionales.
Considero al igual que los ponentes, que existen muchos retos que este nuevo
organismo debe afrontar, que se deben construir los escenarios óptimos para
desarrollar buenos comicios y así recuperar la confianza que ha perdido la
sociedad civil en las elecciones, reconozco que esto último es le reto más
grande a superar. Así mismo exhorto a quienes dicen que el paso de IFE a INE es
sólo un lavado de cara y una táctica política a que investiguen y conozcan el
trasfondo tan vasto de la reforma y del INE. Por último sin lugar a dudas
sostengo que esta trasformación significa un avance y no un retroceso.
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